Te debo la locura toma como punto de partida los versos de Leopoldo María Panero, el poeta transgresor por antonomasia de la literatura española.






A lo largo de 23 minutos se recorren algunos de sus momentos poéticos más descarnados y directos, con la lectura dramatizada de sus versos, al tiempo que la danza y la electrónica ayudan a la creación de ambientes de desasosiego y ansiedad.

En una única secuencia escénica se intentan reflejar los vértices vitales de un autor único y, nunca mejor dicho, intransferible, navegando entre paisajes que evocan paraísos irreales, artificiales, donde la química y la locura provocan una lucidez como pocas veces se puede leer en la literatura en español.

Tomando como ejes constructivos la danza en busca del trance, guitarras cabalgantes y bases electrónicas, Te debo la locura se adentra entre los pieles rojas, el loco, el bufón y José de Arimatea.

Te debo la locura en escena se plantea con una bailarina (Elena Lucas), un recitador de ancestros punkis (Leandro Alonso) y un músico (Pizarro), y pretende ahondar en las formas contemporáneas de la danza, formas en las que conviven la vieja performance y los sonidos progresivos cercanos al metal. El decorado lo conforman dos jaulas en las que, a lo largo de todo el espectáculo, están encerrados la bailarina y el músico, quedando fuera de ellas, en libertad, el poeta loco, como metáfora de la falsa cordura encarcelada y la expresión transgresora y el diferente libres.